Champagne espumoso, el rubio más cálido y otoñal se inspira en el lujo
Esta temporada parece que encontraremos interesantes anomalías cromáticas en lo que a las tendencias en coloración se refiere. La estación por excelencia de los tonos rojizos a juego con el cambio de hoja y los castaños oscuros para cubrir los cabellos dañados por el paso del verano seguirán entre nosotros como ya vimos en el nuevo pelirrojo de Laura Escanes.
En un periodo en el que los colores homogéneos, sustentados en coloraciones tipo tinte, baño con color o glossing -aunando color y tratamiento hidratante-, son los que parecen marcar el ritmo de las tendencias, con la finalidad máxima de conseguir un tono homogéneo y que pase por natural, sin sacrificar demasiado la salud del cabello, surge el sparkling champagne como un elaborado balayage solo apto para profesionales.
Cómo conseguir un rostro firme con maderoterapia facial
La maderoterapia se ha convertido en uno de los tratamientos estéticos más demandados por todos aquellos que quieren mejorar el aspecto de su cuerpo de manera natural.
En ese mismo camino, la maderoterapia facial, está llamada a ser el nuevo tratamiento para el rostro por sus grandes resultados y sus innumerables beneficios para la piel sin necesidad de pasar por quirófano.
Descongestión, relajación y un efecto rejuvenecido al instante hace de este tratamiento el nuevo obligatorio para quienes quieren lucir su mejor rostro.
Consiste en una técnica de masaje natural, no invasiva e indolora, que se lleva a cabo utilizando instrumentos de madera con el objetivo de tonificar y reafirmar el rostro para conseguir, de manera inmediata, un efecto rejuvenecedor y relajante.
A diferencia del tratamiento con maderoterapia corporal, que tiene como objetivo eliminar volumen y celulitis, la función del facial es estimular y recolocar los músculos del rostro, reafirmarlos y con esto prevenir posibles futuras arrugas.
También remodela el óvalo de la cara produciendo un efecto lifting, (de levantamiento), estimula el riego sanguíneo aumentando el aporte de nutrientes y oxígeno con un incremento de los niveles de colágeno y elastina, lo cual permite que la piel se regenere.
A partir de la fricción de sus instrumentos en la piel, conseguimos eliminar las células muertas y reducir la papada, elevar los párpados y drenar las bolsas, dando lugar a una mejora del aspecto general del rostro.
Para lograrlo, los instrumentos utilizados no son solo más pequeños que los de la maderoterapia convencional, sino que producen una sensación de bienestar y relajación a partir de movimientos envolventes y una pequeña sensación de presión. Los más populares son:
- Un rodillo doble estriado que se usa para reafirmar, combatir las arrugas más profundas y reducir el doble mentón.
- Una copa sueca que estimula la compactación dérmica.
- Una pala moldeadora cuya finalidad es drenar y movilizar las toxinas.
- Un rodillo con estrías pequeño para activar la microcirculación periférica. Se utiliza para trabajar las arrugas más finas y el contorno de ojos.
- Un utensilio de bolas, cuyo objetivo es conseguir una relajación muscular y suavizar arrugas.
Tal y como explica la experta en belleza Cristina Álvarez, estos masajes tienen variedad de beneficios:
1. Mejoran la circulación sanguínea
2. Activan el sistema linfático
3. Eliminan el insomnio
4. Revitalizan y reactivan el sistema nervioso
5. Mejoran la tonicidad muscular
6. Favorecen la producción de elastina, vitamina E, colágeno
7. Tonifican y reafirman las capas de la piel de manera inmediata
Aunque se observan cambios desde la primera sesión, los especialistas recomiendan hacerse mínimo un total de diez sesiones para que sea evidente y duradero y "hacer un pequeño recordatorio de vez en cuando para poder mantenerlo en el tiempo", según explica Álvarez.
La maderoterapia facial es un tratamiento apto para todo el mundo, natural y no invasivo, excepto en pieles que pueden sufrir problemas como dermatitis atópicas o alérgica, erupciones cutáneas o herpes.
En el caso de pacientes que se encuentren en un posoperatorio facial, hay que consultar al especialista y en caso de llevar toxina botulínica o ácido hialurónico se aconseja esperar entre 1 y 2 meses desde el tratamiento.
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